lunes, 13 de febrero de 2012

Un diario I

No esperéis un diario con sentimentalismos y reflexiones profundas, eso no es un diario, es un escrito para evadirse y esputar todo lo que no se saca en la vida real.

11-07-09 Llegada a Guatemala.

Abandonamos Nueva York, dejamos atrás su opulencia, sus rascacielos y sus pobres habitantes. Nos levantamos a las 7:15 am para encaminarnos al aeropuerto, se acabó lo de dormir en el suelo del piso alquilado a ese simpático coreano, espero tener al menos un colchon en el que dormir.

Nos a vuelto a llevar al aeropuerto Gi el turco del taxi ilegal (120$ ida y vuelta desde el aeropuerto de Newark hasta la 35 con 4ª ), aunque tiene un gran todoterreno Lincolm 6 personas con todas las maletas es demasiado incluso para un camion de semejante embergadura.

No hemos tenido suerte con el avión, no hay tele, vaya problemón, tocará dormir... me despierto y a mis pies se encuentra uno de los paisajes más encantadores que jamás haya visto, verde y escarpado elevado a la enésima potencia, nos rodeaban volcanes de más de 4.000 m de altura por todas partes, mientras las sombras de las nubes se proyectaban en las chavolas esparcidas en el poco terreno edificable que había y se suponía que esa era la capital, nada que ver con las impolutas calles de Manhattan. Pero me da que la belleza que se adivina desde el cielo se desvanecerá en la superficie.



Cuando llegamos al aeropuerto de la Ciudad de Guatemala, se notaba un ambiente más distendido entre los agentes no como en EE.UU. donde reinaba el histerismo y la paranoia en cuanto a la seguridad "no vayais con barba y recien tomados rayos UV" , en esta aduana no miran nada y te dejan entrar en el país sin ningún tipo de pega. Era una terminal nueva, perfectamente cuidada pero sin apenas gente. Ya en la salida nos esperaba una furgoneta Mitsubishi quizas del año 85 nada que ver con el Lincolm negro, te echaremos de menos Gi, "pero al final la acabaríamos teniendo un cierto aprecio a esta furgonta poniendole hasta un apodo" nos llevaron a un colegio mayor en Ciudad de Guatemala, de camino al mismo nos fijamos en las calles llenas de alambradas protegiendo las pocas pertenencias que pueda tener la gente, aunque protegen mucho más que sus pertenencias.



Aquí según lo que dicen si te asaltan y te resistes mínimamente o si quiera produces el más leve quejido o palabra, te pegan un tiro sin más dilación, esperemos que no nos ocurra nada de eso. En el colegio mayor nos han puesto un banquete de bienvenida, supongo que erá para que cojiesemos fuerzas, desde allí cojimos la furgoneta y la carretera panamericana y nos dispusimos rumbo a Técpan, lo que se suponía que iba a ser nuestra base de operaciones, el trayecto fue curioso como serían todos los trayectos de ahora en adelante. Vimos desde 8 personas acinadas en una pickup (algo raro había y resulta que estaban encima de un par de vacas), un camión con la rueda pinchada a 100 km/h, me da buenas vibraciones este país.

"Resulta que en Guatemala también hay Amish"


De camino a nuestro destíno pasamos por un supermercado para satisfacer los deseos tabaquiles de parte del grupo y nada mas bajar un niño me pidio unos Quezales (moneda de guatemala 1 Quezal es aproximadamente 10 centimos de euro), 10 minutos mas tarde llegamos al lugar donde pasaríamos los días nuestro nuevo hogar.

Viviríamos en lo que presuntamente era un molino industrial que habían acondicionado los de la ONG para los cooperantes tiene mucha mejor pinta de lo que había imaginado, la casera en una señora de 80 años típica indigena, le ayudan sus hijas, aqui toda la gente te recibe con una sonrisa en la boca es muy agradable. Las habitaciones se pasan hay colchones lo cual es de agradecer estaremos muy bien aqui. Hemos cenado frijoles y fajitas con picante me podría adaptar a esta comida, ahora toca dormir que ha sido un día fatigoso, que no duro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario